Este jueves volvimos a quedar en la universidad, pero esta vez un ratito antes: a las 10:30. Estuvimos trabajando hasta las 19h.
Durante la mañana, seguimos buscando información (para el marco teórico sobre todo, aunque todas las noticias o cosas importantes, interesantes o curiosas que íbamos encontrando las íbamos guardando también).
Después de comer, decidimos ir viendo poco a poco y entre todas, la información que cada una de nosotras había encontrado, para ir seleccionando, cribando y organizando la información.
Este trabajo si nos resultó (o por lo menos a mí) más duro, por dos motivos: uno, porque teníamos una cantidad ingente de información y dos, porque no siempre estábamos de acuerdo en qué era o no era importante. Por tanto, la tarea no consistía solamente en cribar información, sino también en discutir sobre los contenidos e incluso intentar convencer a las compañeras de por qué algo nos resultaba importante, a alguna de nosotras.
A este respecto, no solemos tener problemas de grupo ya que estamos muy acostumbradas a trabajar juntas (sabemos de qué pie cojeamos cada una), e intentamos tomar las decisiones entre todas (lo que significa en algunos casos largíiiisimas discusiones en las que cada una expone sus argumentos varias veces). Pero bajo mi punto de vista, no estar de acuerdo y discutir hace que nos enriquezcamos nosotras y el trabajo en sí.
Por último, le mandamos un correo a una tal Virtudes (psicóloga de solidarios que nunca contestó) y a Manuel Bellerín (trabajador social que nos había dado clase a Carmen y a mí en las prácticas de 1º, y que sabíamos que hacía teatro con personas sin hogar).
Durante la mañana, seguimos buscando información (para el marco teórico sobre todo, aunque todas las noticias o cosas importantes, interesantes o curiosas que íbamos encontrando las íbamos guardando también).
Después de comer, decidimos ir viendo poco a poco y entre todas, la información que cada una de nosotras había encontrado, para ir seleccionando, cribando y organizando la información.
Este trabajo si nos resultó (o por lo menos a mí) más duro, por dos motivos: uno, porque teníamos una cantidad ingente de información y dos, porque no siempre estábamos de acuerdo en qué era o no era importante. Por tanto, la tarea no consistía solamente en cribar información, sino también en discutir sobre los contenidos e incluso intentar convencer a las compañeras de por qué algo nos resultaba importante, a alguna de nosotras.
A este respecto, no solemos tener problemas de grupo ya que estamos muy acostumbradas a trabajar juntas (sabemos de qué pie cojeamos cada una), e intentamos tomar las decisiones entre todas (lo que significa en algunos casos largíiiisimas discusiones en las que cada una expone sus argumentos varias veces). Pero bajo mi punto de vista, no estar de acuerdo y discutir hace que nos enriquezcamos nosotras y el trabajo en sí.
Por último, le mandamos un correo a una tal Virtudes (psicóloga de solidarios que nunca contestó) y a Manuel Bellerín (trabajador social que nos había dado clase a Carmen y a mí en las prácticas de 1º, y que sabíamos que hacía teatro con personas sin hogar).
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